Sonreír es un ejercicio que todos deberíamos repetir varias veces a lo largo del día, dicen que una sonrisa aumenta la sensación de felicidad, mejora nuestro bienestar general y, lo más importante, nos convierte en personas más saludables. Obviamente también es muy importante para la atención al cliente.
Las compañías de atención al cliente saben lo importante que es que las personas sonrían, por ello se esfuerzan a diario en conseguir que el servicio prestado suponga un motivo para despertar una sonrisa, no sólo en el rostro de sus clientes… más importante aún, en su voz.
¿La voz también sonríe?
Esta es la pregunta que muchos se harán al leer este artículo, la respuesta es SÍ, SIN DUDA. Nuestra voz es el reflejo de lo que sentimos, lo que se nos pasa por la cabeza, y una pista para las personas que se encuentran al otro lado del teléfono, que pueden adivinar en qué estado de ánimo nos encontramos.
Dicen que el futuro de la atención al cliente pasa por incorporar tecnologías que capten nuestra voz, la analicen y devuelvan un resultado (Contento, Enfadado, Neutro). Independientemente de que esto ocurra en un tiempo más o menos lejano, hoy por hoy el objetivo debe ser conseguir una sonrisa en la voz del cliente, ofreciéndole una experiencia positiva, que nunca olvide. Debemos centrarnos en el final de la conversación, no en su comienzo.
La tecnología nos ayuda a que esto sea posible y va más allá del archiconocido “Customer Experience”.
Deberíamos incorporar un nuevo término, algo así como “Customer Happiness” o “Smiling Customers”; personas que cuando cuelgan el teléfono reflexionan sobre la atención recibida e inmediatamente esbozan una gran sonrisa de satisfacción… ese debe ser el objetivo de cualquier compañía orientada al cliente.